Abstract:
Es capaz de tocar hasta 20 horas continuas. “Me dicen el carrotanque blindado porque no me canso nunca”, asegura este diminuto hombre que nació en Plato (Magdalena), pero que se crió en San Jacinto.
A Carmelo Torres le basta con tener un vaso de whisky al alcance de la mano. El resto de la fiesta correrá por cuenta de su voz y de su acordeón. No hay necesidad de encender el equipo de sonido. Primero un paseo vallenato, después un porro, luego una guaracha, más adelante, un pajarito, una pausa, otra pausa, una y un merengue. Es momento del siguiente trago de whisky, después vendrán un son sabanero, una cumbia, y una improvisación.