Abstract:
García Márquez, siempre García Márquez, revela en esta crónica su espíritu mamagallista y su elevado sentido del buen humor. Un encuentro en medio de algunos recuerdos de quien es considerado el más grande escritor vivo del mundo entero.
¡Atención, flash, flash; atención, flash, flash…
No recuerdo el nombre del noticiero ni el de la emisora, pero sí retengo con una nitidez imposible de borrar la cortinilla del radioperiódico que me despertó aquella bulliciosa mañana del jueves 21 de octubre de 1982. Seguidamente sonó la voz, con entonación sensacionalista, del veterano locutor Gustavo Castillo García, que en esos momentos era el amo absoluto de la sintonía en Barranquilla y sus alrededores: