Abstract:
Su momento más difícil lo vivió por las amenazas de muerte contra la actriz Patricia
Ariza, co-fundadora de La Candelaria, ‘sindicada’ de hippie y de nadaísta. Una vida
dedicada al teatro hasta la última gota. A primera vista, Santiago García podría ser un bucanero que se escapó del siglo XVIII y llegó a las aguas del mar Caribe, descendió del barco con las manos atadas, camiseta de franela a rayas, de preso, el bigote blanco extendido hacia los lados, y una mirada cansada por el insomnio. O, quién sabe: un actor inglés que combina en su sombrero los colores rojo y negro, al igual que en el vestido que ahora exhibe en mitad de la función.