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En los países en vía de desarrollo, las universidades son vistas como un agente clave para el desarrollo de potencialidades, recursos y valores para la sociedad. Asimismo, son consideradas como instituciones capaces de generar riqueza y capital humano, por lo tanto, su impacto en el entorno se refleja en desarrollo, cooperación y competitividad para las regiones (Villalta & Palleja, 2003).
En este contexto, las universidades locales, regionales y nacionales están llamadas a desarrollar una visión a futuro, ya que sin duda estas tendrán una incidencia en el desarrollo y la transformación de las sociedades modernas, que se van produciendo en el mundo educativo; formando profesionales integrales con competencias ciudadanas, comunicacionales y específicas; dotados de valores para construir una sociedad más justa, solidaria y respetuosa de los derechos humanos y del medio ambiente.
En el caso particular de la ciudad de Barranquilla, el Distrito exige acciones puntuales a la Educación Superior que posibiliten su avance significativo en los ámbitos social, económico y político. Por tanto, la Educación Superior no solo ha de responder a exigencias puntuales del Distrito, sino que debe asumir los retos que le plantea la sociedad del siglo XXI: globalización de la sociedad de la información y el conocimiento (Said & Valencia, 2014).
Teniendo en cuenta lo anterior, las universidades deben reaccionar ante los riesgos y oportunidades con una nueva forma de sustentar su gestión y prestando especial atención a la planeación estratégica, como herramienta para orientar el rumbo institucional (Almuiñas & Galarza, 2012) y la cual podría permitir que estas instituciones se sitúen con estándares internacionales de alta calidad, siempre y cuando se utilice de manera correcta y se considere cómo un proceso permanente de diseño, búsqueda de consenso, gestión y aprendizaje (Aldana, 2016).
De acuerdo con Daza Lesmes (2010) la planeación estratégica, como una herramienta de dirección de las universidades, debe propiciar una cultura flexible al cambio y a la innovación, pero al mismo tiempo debe ser rigurosa en el monitoreo y el control de sus programas, de modo que facilite una asertiva capacidad de respuesta a los innumerables cambios, conflictos y a la fluctuación del mundo que enfrentamos.
Para Restrepo, Trujillo y Guzmán (2012) en Colombia, este tema cobra mucha importancia, por lo difícil que es para las universidades alinearse con su misión y la necesidad de realizar una medición continúa respecto al cumplimiento de los objetivos estratégicos planteados. Así las cosas, identificar, analizar y describir los objetivos estratégicos de las Universidades de Barranquilla, se convierte en un tema altamente interesante para investigar. Ya que esto implica una importante reflexión respecto a los procesos de planeación estratégica que promueven sus órganos de gobierno y los nuevos conceptos, enfoques y paradigmas que han provocado que estas instituciones transformen la manera de desarrollar sus funciones sustantivas de docencia, investigación y extensión. Por consiguiente, el propósito del presente artículo es: Establecer la Planeación Estratégica Universitaria, a través de una revisión de los objetivos estratégicos de las universidades de Barranquilla. |
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