En este artículo, publicado en la revista The New Yorker, Pauline Kael, considerada hasta su
muerte en el año 2001 como una de las críticas cinematográficas más prestigiosas del mundo,
analiza la película The killing fields (Campos asesinos, más conocida como Los gritos del
silencio), dirigida por Roland Joffé. La obra narra la relación de amistad entre el periodista
norteamericano Sydney Schanberg y Dith Pran, un nativo vietnamita, quien colaboró como
asistente y traductor de varios periodistas durante la guerra en Camboya y su posterior invasión
por Vietnam del Norte. Kael dedicó casi 40 años a una labor que dejó huellas fuertes
en el mundo cultural norteamericano pues su vasta influencia generó posiciones encontradas
entre directores, colegas y espectadores. En su estilo original coexistieron sabiduría, acritud,
autobiografía, metáforas inusuales, acercamiento emocional, ironía y un lenguaje fustigante, y
también equivocaciones.
Abstract: In this article, published in The New Yorker, Pauline Kael, regarded until his death in 2001
as one of the most prestigious film critics the world, reviews the film The Killing Fields (Campos
murderers, be er known as The Killing Fields silence), directed by Roland Joffe. The play
recounts the friendship between the American journalist Sydney Schanberg and Dith Pran, a
Vietnamese native who worked as an assistant and translator of several journalists during the
war in Cambodia and the subsequent invasion by North Vietnam. Kael spent nearly 40 years
at a job that le strong traces in the American cultural world as its vast influence generated
positions among directors, colleagues and spectators. In its original style coexisted wisdom,
acrimony, autobiography, unusual metaphors, emotional closeness, fustigante irony and language,
and mistakes.